Contar con una urbe pulcra y ordenada,
en la que los encantos naturales de la geografía, unidos a la estructura
neoclásica de la Atenas de Cuba, se fundan para regalar a visitantes y locales
una ciudad limpia y acogedora, ha sido sueño y reclamo de los yumurinos durante
años.
Sobre este tema y la urgencia de sistematizar la
recogida de desechos, colocar cestos, velar por la integridad de los
contenedores que se ubican e inculcarle a la población la necesidad de
colaborar con la higiene, nos hemos pronunciado en varias ocasiones.