Disfrutar a
plenitud de espacios recreativos ajustados a los intereses de los diferentes
grupos etarios y sobre todo que no ocasionen un daño considerable a la economía
de los matanceros, ha sido una preocupación constante de los habitantes de esta
provincia en los últimos años.
La planificación
de ofertas que incentiven el esparcimiento, atendiendo a las preferencias de los
distintos públicos, resulta cada vez más compleja en un contexto donde median
factores que obstaculizan el recreo, entre ellos el transporte, los altos
precios y la inexistencia de espacios para el entretenimiento en determinadas
comunidades.
Otra vez y
a las puertas de la etapa veraniega, propicia para incrementar las propuestas
garantes de la buena distracción de los yumurinos, regresa el recurrente tema.
UN VISTAZO HACIA ADENTRO
“Soy un
joven apasionado de la música cubana e internacional, me gusta salir para
compartir con mis amigos y mi novia, pero lamentablemente luego de concluir la
53 Serie Nacional de Béisbol, no existen muchos lugares a los que la juventud
pueda acudir por un precio módico, porque aunque encuentres un sitio con esas
características, la mayoría de las veces el precio del transporte de regreso te
acaba con el bolsillo” señala Yosvani Hernández Linares, residente en la Ciudad de los Puentes.
En Colón,
las opciones son variadas, si nos atenemos a los criterios de Yoelvis Cuesta
Gálvez, quien manifestó que están acorde a las edades. “El problema es el costo.
Ahora los grupos musicales no cobran como antes entre 5 y 10 pesos, sino que
todos cobran por encima de 25. Eso dificulta que más personas puedan
participar, sin contar que junto con el valor de la entrada se incrementaron
también los de las ofertas gastronómicas. Antes, un pan con cerdo asado valía 5
pesos, ahora, 10”.
La
situación se agrava en las comunidades rurales. Víctimas del fatalismo geográfico
y de la deficiente organización. Ahí el protagonismo lo adquieren actividades
al margen de la ley, como peleas de gallos, carreras de caballos y apuestas de
toda índole.
Desde
bateyes como Jesús Rabí, Sergio González u Horacio Rodríguez hasta poblados
apartados como La Lanza,
Zorrilla, Laberinto o La
Angelina, la recreación es un tema vital para la calidad de
vida de sus habitantes, cuya falta o mala preparación conlleva en la mayoría de
los casos a la apatía y la proliferación de indisciplinas sociales y delitos.
Liusvania
Rodríguez, vecina del batey azucarero 6 de Agosto, en Calimete, afirma que las
actividades “estuvieron mejorcitas porque venían artistas del circo y grupos
humorísticos, pero en los últimos tiempos solo ponen música los viernes. Los
sábados el pueblo parece un cementerio, la mayoría de los jóvenes salen para
Manguito o Calimete porque es donde funcionan las discotecas”.
Cuesta
Gálvez sostiene que en la actualidad hay que esperar que haya alguna fiesta de
15 o fechas significativas para que cambie la rutina. En estas comunidades
existen pocos locales para que los lugareños se entretengan. En algunos solo concurren
al Círculo Social.
Otra de las
inconformidades de los entrevistados radica en el escaso nivel de acceso a
discotecas, cabarets y centros nocturnos, sobre todo en la cabecera provincial,
pues la mayoría de ellos cobran las entradas a altos precios, sin contar las
ofertas gastronómicas que exceden lo que se puede pagar.
Aun cuando
se crean estrategias para garantizar la diversión de la población, las acciones
escasean. Sin embargo, lo más preocupante resulta que los reclamos de los
matanceros son casi idénticos a los de años anteriores, así lo pudimos constatar
en el reportaje Recreación: derecho y
necesidad humana, publicado por el Semanario Girón
el 30 de mayo de 2013.
ATAJANDO RESPONSABILIDADES
En aras de
esclarecer algunas de las principales inquietudes de los matanceros nos
acercamos a varias entidades encargadas del esparcimiento en el territorio. Según
explica Mileydis Denis Pérez, vicepresidenta del Consejo de la Administración Provincial,
funciona durante todo el año una comisión multifactorial, cuyo propósito es velar
por el sano esparcimiento y la apertura de espacios culturales variados
dirigidos a los distintos estratos de la sociedad.
“Es cierto
que nos faltan eventos que debemos divulgar más, vinculados con la actividad
cultural, el rescate integral de valores y el apego a la matanceridad. En ese
sentido se traza un plan diferenciado que incluye propuestas con talento
artístico, dirigidas al cuidado del patrimonio y a la lectura”, agregó.
Al plan se
incorporan además, el sector empresarial de la Cultura, la Asociación Hermanos
Saíz, la Unión Nacional
de Escritores y Artistas de Cuba, Comercio y Gastronomía, que adquieren la responsabilidad
de concretar con calidad las opciones.
Explica
Denis Pérez que durante el año se ha presentado una situación crítica con el
traslado nocturno, “pero ya la Dirección Provincial de Transporte tiene la
orientación de, a partir del reordenamiento del transporte educacional que
recesa ahora, hacer una evaluación para definir que rutas van circular en esos
horarios y ponerlas en función de los espectáculos previstos.
Otra de las
deficiencias que detectó este equipo durante la investigación, resulta las
críticas condiciones de algunos centros culturales en el territorio. Osbel
Marrero Acosta, especialista de la Dirección Provincial
de Cultura esboza que, se traza una estrategia enfocada hacia las Casas de Cultura
municipales.
De las 27
existentes las principales dificultades se encuentran en Jovellanos, Pedro
Betancourt y Jagüey Grande, estas últimas incluidas en el proyecto de
colaboración de la Junta
de Andalucía. Afirma el funcionario que aun con las carencias de recursos
humanos se ha tratado de reforzar la programación cultural.
Un grado de
deterioro avanzado poseen los cines, que al igual que en el resto de Cuba, se
trata de paliar con la utilización de las salas de video, con énfasis en Perico
y Pedro Betancourt, poblados con mayores dificultades.
En cuanto a
otro de los reclamos más acuciantes de la juventud: lo grupos de alta
convocatoria, el especialista refiere que “la contratación de esas orquestas es
muy costosa. Se realiza a través de una cuenta común para festejos que operan
de conjunto Cultura y Gobierno”.
LA OTRA
MIRADA DEL
TERRUÑO
Teresa
Martínez Espinosa, vicepresidenta de la Asamblea Municipal
en Colón, expresó que hasta la fecha se han desarrollado mil 211 actividades en
el municipio y que cuentan con espacios fijos como la Peña Mexicana, del Bolero, la de
Franklin y el Domingo Colombino, con presentaciones de libros. Aun así, la
directiva reconoce que la programación dirigida a las comunidades rurales no es
satisfactoria, pues solo acuden una vez al mes.
Expuso asimismo
que en lo que va de año se han presentado seis agrupaciones musicales. Por lo
general los fines de semanas se realizan actividades de impacto popular que
concluyen con bailoterapia. Reconoce el imperativo de insertar más a los jóvenes
en el movimiento desarrollado por el INDER, y vincular a otros organismos como Cultura
y Comercio.
Desde Manguito,
en Calimete, Raúl Hernández Pérez, profesor de recreación del INDER, alega que
todos los fines de semana van a las circunscripciones según la coordinación que
se haga. Mientras que sábado y domingo corresponden las actividades en los
parques. “A veces se inserta también Cultura y Gastronomía y se hacen cosas más
importantes. En otros casos toca un festival recreativo”, agrega.
En Pedro
Betancourt, Josué de León Cabrera, director de Cultura significa que “la Casa de Cultura tiene una
programación diversa con los instructores de arte, donde se efectúan los
festivales de los círculos infantiles, actividades de literatura, artes
plásticas, música, dirigidas a diferentes sectores, pero en ellas la mayoría de
las veces participa un público muy selecto y no son masivas como quisiéramos,
pues hay jóvenes prefieren una discoteca o grupos de alta convocatoria”.
Si bien
desde las localidades se trata de potenciar la cultura, todavía falta
constancia, estudios de satisfacción a la hora de planificar las actividades,
pero sobre todo se carece de iniciativa y originalidad para orientar los gustos
hacia propuestas más cultas.
Por: Jessica Acevedo Alfonso, Gabriel Torres Rodríguez y Yamila Sánchez Rodríguez
El problema de la recreación en Matanzas es tan añejo como la misma necesidad de recrearse
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