miércoles, 16 de septiembre de 2015

¿Cuentacuentos científicos o periodismo de ciencia?



¿Cómo comunicar la ciencia desde un periodismo más atractivo? ¿Cómo hacer del periodismo científico un gancho para todos los públicos? ¿Cuáles son las principales exigencias de los comunicadores de América Latina?

Estas y muchas otras interrogantes buscaron respuestas durante el III Seminario Iberoamericano de Periodismo de Ciencia, Tecnología e Innovación, celebrado del 9 al 11 de septiembre en la ciudad de Querétaro, México, donde por primera vez participó una representación cubana, de este Semanario, junto a corresponsales del país sede, Argentina, Ecuador, Estados Unidos y Brasil.
En formato de conferencias magistrales, debates y mesas de diálogo, el evento abarcó temas medulares para el desarrollo de un periodismo más dinámico y moderno como lo exige la propia ciencia, y la especialización de quienes se aventuran en la difícil misión de informar sobre esta rama del conocimiento, contando con el concurso de las instituciones estatales.
Otra vez, ocupó la atención de los presentes, la necesidad de acercar a los medios de comunicación las mejores prácticas mediante la consulta de fuentes confiables y el manejo de datos creíbles; contar historias con un lenguaje directo y comprensible que interese al lector; y jerarquizar de forma adecuada las noticias de este tipo, relegadas en muchos de los grandes medios de prensa de América Latina.
Periodistas de diarios como La Jornada o Milenio, de las revistasMuy interesanteo Piauí, de medios digitales como SciDev. Net debatieron sobre la dicotomía de que escribieran para publicaciones especializadas reporteroso científicos, concluyendo que no es importante quien lo haga, siempre y cuando se desarrolle bien.
¿Es posible vivir del periodismo de ciencia en nuestro continente? Se lanzó el tema en la mesa de diálogo y aunque hubo demasiadas respuestas, ninguna conclusión.
Contrario a lo que algunos pudieran pensar, los bajos salarios y la inestabilidad de la fuerza laboral en el ramo; la desprofesionalización hacia los estados menos desarrollados;el desequilibrio de programas que fluctúan y son eliminados sin previo aviso; la inseguridad de los entrevistados dentro del set por ser víctimas de la violencia y el crimen organizado, que persigue a los colegas latinoamericanos, es parte de la realidad de varios medios.
Desde las experiencias sobre agenda mediática y jerarquización de las noticias, desarrolladas en nuestro Semanario en el afán de brindar un producto comunicativo que satisfaga las expectativas de los matanceros, hablamos allí, en franco coloquio.
Sus preguntas nos obligaron también a salirnos un poco del tema y abordar otros que suscitan el interés de quienes no conocen la Isla. Entonces, también aclaramos lo que representa el bloqueo para los cubanos y que a pesar de las limitaciones tecnológicas, no falta en nuestras universidades y medios de prensa la internet, lenta pero gratuita.
Hoy el periodismo científico está llamado a explicar procesos, generar nuevos conocimientos y apoyar a los sectores productivos y necesidades nacionales; a cumplir con su rol social que es, en esencia, informar.
Ya lo expresaba el Doctor Matthew D. La Plante de la Utah StateUniversity: “Todos tenemos que contar mejores historias sobre ciencia. Demostrar que somos capaces de comunicar temas tan complicados de forma fácil y con palabras simples. Es culpa del periodista si la gente no lo entiende, y los científicos están perdiendo sus batallas por incomprensión. Cuando los investigadores y reporteros entendemos que no somos tan diferentes ocurren cosas maravillosas”. 

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