jueves, 20 de diciembre de 2018

¡¿Ese es el tren?!





La mole de hierro se acerca. El pitazo anuncia la llegada. En el andén aguardan los pasajeros. Solo dos lo abordan en la Estación de Ferrocarriles Matanzas, aun­que arriba casi dos decenas de personas ya permanecen sentadas.
El olor a metal invade la nave, dentro el ruido se torna fuerte. La rotura de varios asientos, el suelo raído, algunos cables colgando entre los coches y la triste imagen de un intento de baño en penumbras, con una fetidez extrema, conforman el desolador pa­norama del tren Matanzas-Los Arabos.