“Agarrar un pichón de cotorra no resulta
trabajo fácil, porque ellas no son como
otras aves que construyen el nido en una rama de un árbol, bajita, que se puede
coger estirando la mano, sino que ponen
sus huevos en lo alto, en el hueco de una palma y hay que subirse allá arriba
para atraparla o tumbar la palma”, dice Pedro.
“Donde más se ven es en Cayo Ramona y por lo
general los sacan de la Ciénaga de Zapata en las guaguas Girón, de madrugada,
que como van llenas de gente y son de transportación masiva, no se revisan en
el punto de control”, continúa el relato.