jueves, 20 de diciembre de 2018

¡¿Ese es el tren?!





La mole de hierro se acerca. El pitazo anuncia la llegada. En el andén aguardan los pasajeros. Solo dos lo abordan en la Estación de Ferrocarriles Matanzas, aun­que arriba casi dos decenas de personas ya permanecen sentadas.
El olor a metal invade la nave, dentro el ruido se torna fuerte. La rotura de varios asientos, el suelo raído, algunos cables colgando entre los coches y la triste imagen de un intento de baño en penumbras, con una fetidez extrema, conforman el desolador pa­norama del tren Matanzas-Los Arabos.

Maidolys Suárez Correa, residente en Los Arabos es una de las fieles viajeras. Ella se traslada todos los días hasta la capital provincial, pues labora aquí. Por eso conoce bien cuánto se sufre en el camino. “No existe co­modidad alguna, los asientos están deteriorados, a veces la inestabilidad de la máquina se siente, aunque el maquinista se esfuerza, no es lo mismo que si dispusiera de una en mejor estado”.
Luis Orestes Márquez López, pasajero por dos años, agrega que “los coches nuevos los pasaron al Espirituano. Estas son casillas de carga adaptadas para transportar personas”.
“Aquí se trasladan niños y gente que viene a turnos médicos y no pueden permitirse ac­ceder a vehículos más caros. El ruido dentro es insoportable y me impide orientarme porque soy ciego”, explica Ramón Torres, pre­si­dente de la Asociación Nacional de Cie­gos y Dé­biles Visuales, en Los Arabos.
A Juan Marrero Castaño no hay quien le haga un cuento entre rieles. Desde 1982 labora en el sector y en la actualidad se desempeña como maquinista. “Esto no tiene condiciones, viene a prestar servicios con estabilidad a partir de mayo, luego de un tiempo sin circular. La locomotora falla, es del año 83, se fa­bricó en Ucrania y hay que cuidarla. La quiero como a mi mujer”.
“En los meses de verano venía lleno, ahora pocos se montan. Transporto todos los días entre 80 y 100 personas. En la tarde recogemos en Canímar, Coliseo, pero ya en Jo­ve­llanos, Perico y Colón casi no aborda nadie de regreso. El principal tráfico es de trabajadores por la mañana. La industria ferroviaria es­tá bastante deprimida”.
DETRÁS DE LA PISTA MATANZAS-LOS ARABOS
En la provincia existen solo dos trenes locales en funcionamiento destinados a la transportación de pasajeros: el Matanzas-Los Ara­bos y el Cárdenas-Aguada de Pasajeros, ya que el de Agramonte carece de locomotora y coches, y no transita desde mayo de 2017.    
El primero, en la actualidad, presta servicio con una locomotora de la rama azucarera y tres coches rumanos y el segundo con un co­chemotor y un tráiler.
“Ambos, fundamentalmente el de Los Ara­bos, se han comportado de manera estable, pero su recaudación resulta más baja, de­bido a la circulación en el horario de la tarde de óm­nibus Transmetros entre Ma­tanzas y Co­lón. Los mismos son preferidos por la población, pues presentan un confort superior”, añade Adolfo Amado Ford Jordán, jefe del De­partamento Comercial de la Empresa Fe­rroviaria.
Contra la tan anhelada comodidad conspiró, meses atrás, la decisión de enviar cinco coches en mejores condiciones que prestaban servicio en el tren de Los Arabos al de Sancti Spíritus. “Este último, de circulación nacional, presentó problemas y estuvo paralizado alrededor de 15 días, la Unión resolvió entregárselos y a cambio nos dieron coches rumanos de peor calidad”, agrega Ford Jordán.
“Este contexto debe variar cuando entren al país los nuevos, entonces, los que se encuentran en los nacionales pasarán a los locales”.
Otro tema bastante engorroso resulta los frecuentes mantenimientos necesarios ante la antigüedad de las maquinarias, de ahí que, como ha sido el caso del tren de Cárdenas, ocurran afectaciones. “Su cochemotor es ruso y requiere de atención”, dice Ford Jordán.
Una de las inquietudes frecuentes de los viajeros por estos días ha sido el desabastecimiento de la cafetería de la terminal de Ma­tanzas, única existente en el apartado sitio. Durante el recorrido nuestro equipo comprobó que a las cinco de la tarde solo disponían de ron y cigarros.
Al respecto, precisa Marlén Leonard Pérez, dependienta, que desde hace 15 días les llegan cien panes solamente, los cuales se agotan en la mañana y luego no tienen más ofertas.
DESDE EL LITORAL:CÁRDENAS-AGUADA
En la parte norte de la provincia la situación se asemeja bastante a esta. El tren Cárdenas-Aguada de Pasajeros también recorre un tramo importante, pues enlaza varios municipios. Aunque los pasajeros no se quejan del confort, enfrentan otras problemáticas.
Según Yusimí González Bravo, de Cár­de­nas, asidua viajera hacia Aguada, en la actualidad, le resulta muy complejo transportarse. “Llega hasta Amarillas nada más, porque después del ciclón hay problemas en la línea. Ahora tengo que coger máquinas, antes me era más económico. Resulta muy cómodo, se asemeja a una guagua. Muchos trabajadores que iban al campo se montaban”.
Para Argy Antonio Vázquez Carvajal, jefe de la Estación de Ferrocarriles Cárdenas, las limitaciones son evidentes y causan disgustos entre la población que demanda con frecuencia este tipo de vehículo.
“Como cubre un recorrido amplio que comprende Cárdenas, Jovellanos, Perico, Colón, Ca­limete y Aguada es muy solicitado por las personas. Desde las lluvias ocurridas en mayo, las cuales provocaron un deslave en las líneas, existen problemas técnicos entre Amarillas y Aguada, por tanto, imposibilita el tránsito. En este último sitio era muy abordado por lo que se ha afectado el tráfico de viajeros”.
Aunque su itinerario de viaje comprende dos salidas por día, durante 2018 ha resultado imposible su cumplimiento. Estadísticas aportadas por el directivo arrojan que cada mes se transportan entre 200 y 300 personas, según la cantidad de salidas que varían desde 10, en meses como mayo,  hasta 21 en julio. 
“Por lo general, se cancelan las salidas por dificultades técnicas y la falta de organización. A veces carecemos de piezas de repuesto en el momento en que se rompen, las cuales debían haberse buscado con anticipación”, agrega.
TRANSPORTACIÓN NACIONAL
Varios paquetes se divisan. Aunque todavía es temprano, las personas permanecen esperando. Abordan sus trenes en el horario nocturno, pero prefieren llegar antes, pues en la noche resulta más difícil venir hasta aquí.
Por el territorio transitan cada cuatro días los trenes nacionales La Habana-Santiago de Cuba (número 17), La Habana-Guantánamo (15), La Habana-Bayamo (13) y La Habana-Sancti Spíritus (7).
Explica Yosvany Martínez Martínez, jefe de turno en la terminal, que los nacionales tienen clasificación regular porque, aunque se les “ha pasado la mano por años”, son muy antiguos y con tiempo de explotación.
Según cuenta Yaimara Tornés Hechavarría, quien ha viajado muchas veces en el de Bayamo, todo es relativo. “Algunos coches tienen mejores condiciones que otros, el baño no posee agua y, en ocasiones, se rompe en Camagüey y tardamos más de un día en llegar al destino. En vacaciones y fin de año, se complican las reservaciones. En una oportunidad me anoté en la lista de espera el día 10 y solo el 28 pude subir a uno. Una vez salí de Bayamo un jueves y llegué aquí el sábado”.
Confirma Ford Jordán que desde el 10 de diciembre han existido irregularidades con las capacidades nacionales, condicionadas por la afectación del plan de transportación desde La Habana, perjudicándose las asignadas a Matanzas, debido al flujo de estudiantes y trabajadores hacia Oriente.
“Aunque se han liberado los asientos, hasta el viernes último existían 45 afectados en el de Santiago de Cuba, en el de Guantánamo 78 y en el de Bayamo alrededor de 20”, señala.
“La provincia no dispone de una es­trategia para enfrentar la situación durante los días finales de diciembre, que se complejiza a partir del 20, la misma debe partir de la Unión de Ferrocarriles”, aclara.
PUNTO Y APARTE
Recientemente, los diputados a la Asam­blea Nacional del Poder Popular analizaron los resultados de la fiscalización y el control al ferrocarril en lo referente al transporte de carga y de pasajeros.
Según publicó el diario Granma, Eduardo Hernández Becerra, director general de la Unión de Ferrocarriles de Cuba, dijo que “es­te tipo de transportación tiene una tendencia al decrecimiento, motivada, entre otras causas, por el progresivo deterioro de los equipos tractivos y de arrastre; ha disminuido la formación de los trenes nacionales de 12 coches a ocho como promedio, además de la disminución en la velocidad de circulación de 100 km/h a 50 km/h, lo cual afecta la calidad del servicio y aumenta los tiempos de viaje”.
“Parte del informe de los diputados también se refirió a la baja disponibilidad de locomotoras, vagones de carga, coches motores y de pasajeros, lo que se complejiza por la situación que presentan los talleres ferroviarios, afectados por la falta de mecánicos, revisadores, técnicos e ingenieros, mal estado de las grúas y escasez de recursos para las reparaciones, lo que entorpece la sostenibilidad de los equipos y las nuevas inversiones”, señala Granma.
Sin dudas, compleja es la situación a nivel de país respecto a este tema, la cual también tiene su expresión en Matanzas. Cuba es una Isla estrecha y larga, que algún día prometió ser una potencia en ese sentido, si tenemos en cuenta que fue el primer país de América Latina en disponer del ferrocarril, por ello, más que “poner parches”, mirar con luz larga debe ser prioridad.
Para nadie es un secreto la situación económica que atraviesa la industria, mas, en tiempos en que se buscan alternativas para fortalecer la transportación de pasajeros, esta vía no debe quedarse rezagada. Muchos añoran regresar a los tiempos en que viajar en tren, no era la última carta, sino una opción confortable, rápida y segura. (Por Anet Martínez Suárez y Jessica Acevedo Alfonso. Fotos: Anet Martínez Suárez)

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