Hoy nuestro Comité de Base despertó temprano para visualizar la Convocatoria de la Unión de Jóvenes Comunistas
a su Congreso. Comparto con ustedes un comentario que escribí hace algunos
meses y que a mi juicio resume todo lo que la juventud cubana puede lograr si se lo
propone....
Hace algunos días me llenó de regocijo
conversar con una colega que me contaba de la activa labor de unos jóvenes en la Ciénaga de Zapata. En
aquella apartada geografía, sin orientaciones por medio, ni ganas de cosechar
méritos, un pequeño grupo, desandaba los rincones del Humedal repartiendo
talento, promoviendo debates y ganando cada vez más espacio dentro de la
comunidad.
Con el secretario de la Unión de Jóvenes Comunistas
del municipio como guía, la tropa, había logrado convocar, interesar movilizar, de forma espontánea, acaparando a
seguidores, y sin ellos si quiera sospecharlo o proponerlo, hoy forman un
movimiento de vanguardia en la
Península.
Quizás mi amiga no supo lo feliz que me hacía
la anécdota. En tiempos en que hay quienes han perdido la confianza en las
nuevas generaciones, actos como estos devuelven la esperanza y alertan sobre el
papel protagónico que necesitan asumir los jóvenes dentro de la sociedad cubana
actual.
Invitan también a reflexionar, preocuparse y
ocuparse sobre la rigidez y esquematismo con que en la actualidad funcionan en
algunos centros, organizaciones que agrupan a la juventud de la Isla, entre ellas me atrevo a
mencionar a la
Federación Estudiantil Universitaria de cuyas filas partí
hace muy poco y a la UJC.
A reuniones, entrega de actas y cotización se
reduce en muchos colectivos laborales y estudiantiles el accionar de estas
organizaciones, desmotivando a sus militantes y relegando su verdadera razón de
ser, la de lograr la unidad de los jóvenes y encauzar su protagonismo dentro
del desarrollo del proceso revolucionario cubano.
Un mayor nivel de convocatoria, liderazgo y
una metodología más atractiva para motivar a un universo heterogéneo, con un
pensamiento ágil y renovador, que exige estructuras más flexibles, dinámicas,
parecidas a su tiempo y a sus integrantes, preferencias e intereses, necesita
este núcleo.
Requiere además, sumar militantes comprometidos
y activos, no solo en las actas, también en los trabajos voluntarios, en los
grupos musicales, en la playa o donde quiera que haga falta su presencia.
Precisa igualmente líderes más dinámicos,
preparados y dispuestos a orientar y apoyar, no solo a reprender; espacios
donde todo el universo juvenil pueda emitir criterios y conocer lo que hace la UJC, mejor elección de quienes
integran las filas, y sobre todo disposición de sus miembros para asumir tareas
y cargos en los diferentes niveles.
Hoy consta el deseo de reflexionar otras
formas de hacer. Como parte de las actividades pensadas dentro del proceso de
Balance de la UJC,
la Conexión
Necesaria, espacio de intercambio informal que permite conocer
las principales problemáticas que afectan a este sector, promete, si se le
imprime la responsabilidad y prima el debate profundo y crítico, sentar nuevas
bases para el diálogo.
Con jóvenes comprometidos, con aires de
vanguardia y deseos de cambiar convivimos a diario. Allí los vemos insertados
en la producción, los servicios, salvando vidas, educando o desafiando los
intrincados parajes de la
Ciénaga. Podemos ser los protagonistas de nuestro tiempo,
solo nos queda arrastrar y despertar
multitudes, canalizar esfuerzos y
echar a andar.
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