La
producción de los bacilos 24 y 13 destinados al control de plagas que afectan a
los cultivos agrícolas de la provincia resulta prioridad para los más de
sesenta trabajadores que laboran en el Centro de reproducción de entomófagos y
entomopatógenos perteneciente al Grupo Empresarial Labiofam de Matanzas.
El bacilo 24, producto que
pretenden exportar durante el 2015 hacia Venezuela, es empleado en el control
de lepidópteros en cosechas como la caña de azúcar, maíz y algunas hortalizas,
mientras que su homólogo el 13 va destinado al manejo de ácaros y arañas rojas.
Según explica Fermín Rendón,
director del centro “también fabricamos el Trichoderma, líquido empleado en el
control de hongos patógenos y el microorganismo
eficiente, biofertilizante que se utiliza para aumentar los rendimientos en los cultivos,
pues descompone de forma rápida la materia verde del suelo y facilita la
absorción de las plantas, actuando como estimulante en el crecimiento foliar”.
Con un funcionamiento de cuatro
turnos alternos, la planta dispone de áreas de fermentación, calderas, refrigeración
y laboratorio de microbiología.
Fundada el 3 de octubre de 2001 con
el propósito de brindar servicios a la agricultura en Matanzas,
fundamentalmente para el control de plagas, la entidad produce alrededor de 450
toneladas de bioplaguicidas mensuales.
Explica Rendón que en la actualidad
no presentan dificultades con el abastecimiento de materia prima, “cuando
pertenecíamos a Sanidad Vegetal teníamos algunas dificultades, pero desde que
pasamos al Grupo Empresarial Labiofam en 2011 estas llegan con regularidad”.
Garantizar una oferta de primera
línea en las ramas biológicas, farmacéuticas y de suplemento dietéticos
dirigidos a las áreas de consumo veterinario y humano resulta parte de la labor
de Labiofam que a partir de la década de los 90, con la caída del campo
socialista, diversificó sus producciones con el objetivo de buscar fuentes de
financiamiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario