lunes, 4 de noviembre de 2013

Aguas negras: a su nivel?



Con su morada en el mismo centro de la urbe, la matancera Odalys Acosta Linares sufre las consecuencias indeseables de una fosa desbordada. Desde mediados de septiembre, la enfermera solicitó los servicios de higienización en la Oficina Comercial de la calle Daoiz, pues conoce las secuelas que puede ocasionar el foco contaminante.
“En este pasillo hay niños pequeños y el depósito se mantiene todo el día destilando, eso trae consigo mosquitos, ratones, cucarachas e insectos que pueden incitar una enfermedad y propagarla, como es el caso de la leptospirosis”, añade Acosta Linares.
A pocas casas de allí, en Medio entre Jovellanos y Ayuntamiento, la situación se repite. Elsa Alfonso Verdecia reportó su vertimiento desde el 3 de junio. Tras haber solucionado el problema por cuenta propia, cedió la solicitud, previamente pagada, a su vecino Roberto González Cuesta, quien padece similar contratiempo.
Tras larga espera, finalmente, los moradores de ambas viviendas recibieron la visita de los operarios de la Empresa de Acueductos y Alcantarillados (EAA), quienes manifestaron que en ambos casos no podían proceder a la limpieza de las fosas, pues se encontraban en estado sólido y la entidad solo se encarga de los residuales líquidos.
A muchos pudiera parecer contradictoria la situación, pero según explica Yosvany Rubí, director de la EAA, “los beneficiarios son los máximos responsables de velar por las condiciones constructivas y la recogida de los desechos sólidos”.
Aun cuando los afectados no pudieron satisfacer sus expectativas, debido además, al deficiente estado constructivo en que se encuentran sus fosas, producto a incompletas reparaciones realizadas allí, lamentan la morosidad en la atención, que quizás les hubiera permitido erradicar el inconveniente con mayor prontitud.
Tal vez si usted reside en municipios como Pedro Betancourt, la capital yumurina, Cárdenas o Jagüey Grande, conozca o sea protagonista de situaciones semejantes. Para aclarar las causas que provocaron la morosidad en el servicio en los últimos dos meses e informar sobre las acciones que desarrolla la EAA en la provincia, en función de revertir los daños ocasionados, llegó esta reportera hasta la mencionada entidad.

AGUAS NEGRAS, RESPUESTAS CLARAS
Durante agosto y septiembre se presentaron urgencias sanitarias en Jagüey Grande, las zonas bajas de Matanzas y Cárdenas, lugares donde el manto freático está próximo a la superficie y estimula el desbordamiento frecuente. Por ello se trasladó hacia estas ciudades gran parte del potencial técnico de la entidad, provocando que se descuidara la atención a otros territorios.
Iosbany Boulet Rodríguez, director de la Unidad Empresarial de Base (UEB) de Aseguramiento, entidad encargada de acometer las labores de higienización, esclarece algunos de los motivos causantes de la espera. “Los carros limpia fosas (CLF) sufrieron roturas en reiteradas ocasiones originando su paralización y dos de ellos fueron movilizados para prestar servicios en otras provincias con situaciones higiénico sanitarias urgentes”.
La UEB cuenta en la actualidad con 10 vehículos especializados, de ellos laboran nueve, solo uno permanece inhabilitado como consecuencia de un lamentable accidente.
Con un sobre cumplimiento del plan anual, hasta el cierre de septiembre se sanearon 10 mil 64 fosas de las 9 mil 450 pronosticadas, aún así no se satisface la demanda real en estos meses de lluvia pues quedan 300 vertiendo en la región.
También influyen en el atraso factores como el mal estado constructivo del 34 por ciento de los depósitos beneficiados con estos servicios, que aumentan la frecuencia de solicitudes de limpieza en cortos periodos de tiempo. Entre los principales inconvenientes detectados durante un diagnóstico efectuado por la EAA aparecen las fosas en estado sólido, depósitos edificados con capacidad inferior a la necesaria y con distancias superiores a 40 metros para la succión, lo que implica el empleo de CLF especializados para su higienización. A ello se une la presencia de salideros internos que incrementan el aporte sanitario, así como el desecho de residuo animal en espacios inhabilitados para estos fines.
“Sabemos que se crearon baches en lugares como Pedro Betancourt y Camilo 1. Hoy tratamos de estabilizar Cárdenas y Matanzas, con el parque vehicular nuestro. Estamos esperando el momento oportuno para  atender las solicitudes de otros municipios más apartados. Analizamos también la posibilidad de incrementar para este mes la cantidad de unidades a sanear hasta alcanzar las mil 375 que constituye un reto complejo” concluye Rubí.
Mientras el agua vuelve a tomar su cauce y la recogida de residuales líquidos se estabilice, en aras de garantizar a todos los damnificados un servicio con calidad, las molestias e incomodidades deben revertirse en responsabilidad para afrontar la situación higiénico sanitaria e impedir a tiempo la propagación de enfermedades indeseables.

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