Conservar la cotorra cubana (Amazona
leucocephala) y el catey a través del manejo y la reproducción en cautiverio de
estas especies en peligro de extinción, constituye todo un reto para los
trabajadores de la Estación
de Reproducción de Cotorras, perteneciente al Parque Nacional Ciénaga de
Zapata.
Como parte del proyecto para mantener la
supervivencia de esa fauna y encaminar a su uso sostenible en el mayor humedal
del Caribe Insular, en la actualidad se protegen 118 ejemplares de cotorra y 2
de catey, distribuidos en las jaulas para parejas adultas, recuperación y de
vuelo, que facilitan su cuidado.
En la Estación además de alimentar a las aves a base de
semillas, frutas silvestres y pienso, se labora en el mantenimiento de la
infraestructura que incluye los nidos, las jaulas y los caminos. Otras tareas
complementarias resultan el cuidado y reforestación de esta zona.
Según explica Oscar Álvarez Acosta, “durante
el 2014 se salvaron 31 pichones de los nacidos en cautiverio, y fueron
decomisados y trasladados a la
Estación por el cuerpo de guardabosques del territorio 5, de
los que sobrevivieron solo 2, como consecuencia de la caza ilegal de la especie
con fines de lucro”.
Este sitio, también forma parte junto al
Criadero de Cocodrilos, de la ruta de ecoturismo, a través de la cual los
visitantes foráneos conocen la fauna autóctona y las acciones que se
desarrollan en la Península
para la protección, manejo y conservación de otras especies en peligro como el
cocodrilo cubano y el manjuarí.
Aunque en el siglo XIX la cotorra cubana
abundaba en la Isla,
en la actualidad su existencia se limita a 16 núcleos poblacionales dispersos,
encontrándose las mayores poblaciones en Guanahacabibes, el macizo Nipe- Sagua
–Baracoa y en la Ciénaga
de Zapata.
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