Como un centinela al que le quedan
pocas horas de vida yace el Hotel La
Palma, emblemática construcción y símbolo del municipio. Más
adelante la Casa Verde
reposa en ruinas. Nuestra visita a Pedro Betancourt no deja una grata
impresión. Su centro histórico presenta un perceptible grado de abandono y
varias de sus instituciones culturales sufren las consecuencias de prolongados
periodos sin mantenimiento. Así lo confirmó la reciente visita nacional del
Ministerio de Cultura a la localidad, de esta forma también lo sienten sus
habitantes.
“Como betancourense me duele la
pérdida de nuestra historia, arquitectura, del desarrollo social y cultural
alcanzado. La despreocupación, el vandalismo y el saqueo han provocado el
detrimento del valor patrimonial. Los jóvenes no tienen ni idea de cómo fue la
vida aquí”, manifiesta Yusniel Moreno Hernández.
Obras representativas y centros
culturales sobrellevan los dolorosos impactos del tiempo. Las fachadas
resguardan el desgaste que mengua la vida y los atractivos de estos sitios. El
cine Mártires de Girón y el museo Gustavo González se añaden a la lista
anterior. El primero con la cubierta dañada desde el paso del huracán Michelle,
hace más de una década, brinda servicios a los pobladores como videoteca.
Mientras que el museo, donde se atesora una significativa colección de la
escritora María Villar Buceta y piezas del antiguo Corral Falso de Macurijes,
presenta una situación deplorable en la carpintería y el techo.
La
Casa
de Cultura exhibe un panorama similar aun cuando en la actualidad se acometen
acciones de reparación como parte del proyecto de colaboración de la Junta de Andalucía. Del
mismo modo precisan una reforma el escenario del teatro Cuba, que carece de
iluminación, y el Club Juvenil, en el que se realizan actividades aunque le
falta el techado.
Según explica Mayra Suárez
Guillén, exdirectora municipal de Cultura, “muchas de las entidades en mal
estado constructivo las ponemos en el plan de la economía y no las aprueban,
quizá es porque tenemos un proyecto con la Junta de Andalucía hace ocho años que nos ayudó a
culminar el cine XI Festival de Güira de Macurijes”.
Añade que las salas Martí, en
Bolondrón, y Mártires de Girón estaban dentro de esta iniciativa y no se
incluyeron en el plan. La Junta
los retiró y ahora no poseen el financiamiento.
Josué De León Cabrera, actual
director de Cultura, argumenta que “en cuanto al Museo ya aprobamos 30 mil
pesos de nuestro presupuesto para iniciar la reparación porque no alcanza para
todo. Por el momento vamos salvando el inmueble: puertas, ventanas, el área del
almacén. En la Casa
de la Cultura
se coordinó la terminación con la Empresa Constructora
del Sur”.
QUE
NO MUERA LA CULTURA
“El deterioro de las instituciones
influye en la juventud y en su manera de pensar y percibir el arte, pues no
tienen las condiciones necesarias para su desarrollo”, esgrime Suárez Guillén. Lo
que corrobora Josué mientras arguye que “le preguntas sus preferencias y te
piden un grupo de primer nivel o una discoteca con pantalla y luces. Para eso no
tenemos presupuesto. Tratamos de brindar recreación sana, con enseñanzas, apoyada
en el movimiento de artistas aficionados y el talento local y provincial. Esto
es poco valorado”.
Como dice el refrán ojos que no ven, corazón que no siente.
Resulta poco probable que las nuevas generaciones muestren apego hacia lo
desconocido. Como ilustraba una coterránea presente en la conversación, “es
casi imposible que sientan nostalgia de un cine que no conocieron, o de un museo en ruinas”.
A pesar de todo ello, se trabaja
por llevar la cultura a las comunidades, especialmente, durante los meses de
verano. Con ese propósito se refuerzan y amplían las actividades dirigidas a
los diferentes públicos. “Organizamos una gira coordinada con la Casa de Cultura, los
promotores y la brigada Olga Alonso por los Consejos Populares. También tendremos
bailables con agrupaciones como la
Pacasón, Girón, Son del Llano. Mantenemos las peñas campesinas,
del bolero, y proyectamos un circuito de magos y payasos por el territorio”,
explica el directivo.
“Efectuaremos los Sorpréndete, de
conjunto con el INDER y Cultura, con talento artístico y juegos de
participación, además de la Noche Cubana”.
Si bien con o sin recursos,
prevalece el espíritu de educar a la población, bajo la premisa martiana de que
ser cultos es el único modo de ser libres, no basta con la espontaneidad.
Preservar el patrimonio resulta el único modo de conservar la identidad del
pueblo e incentivar el amor de los más jóvenes por su terruño.
Por Jessica Acevedo Alfonso y Gabriel Torres Rodríguez
Fotos: Jessica Acevedo y Ramón Pacheco Salazar
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