Gracias a los beneficios de las nuevas
tecnologías, hoy la distancia se hace más corta para el limonareño David
Hernández Baró. Entusiasmado por las buenas nuevas que aparecieron en el Joven
Club Limonar 1, uno de los dos existentes en este municipio, se le puede ver con
frecuencia por el local.
“Internet es una oportunidad que se abre para
saber de nuestros familiares en el exterior, menos costosa que las llamadas
telefónicas. Cuando entras al sistema y aprendes el funcionamiento se adquiere
más destreza, además los trabajadores de aquí son muy eficientes y no escatiman
en brindar una excelente atención”, nos comenta.
Desde hace dos semanas los residentes en esta
localidad disfrutan de la apertura de una sala de navegación, la cual responde
a la necesidad de acercar las herramientas informáticas a la población y
ampliar el acceso público a la también conocida como autopista de la
información y al correo @nauta.cu, hasta en los más apartados puntos de nuestra
geografía.
Esta iniciativa se extendió además, a nueve
Joven Club de Computación y Electrónica (JCCE) de la provincia, cifra que casi duplica
las salas existentes en los puntos de la Empresa de Telecomunicaciones (Etecsa)
y en hoteles existentes en el territorio.
El sitio brinda servicios de navegación
nacional e internacional y correo internacional, prestaciones que se
comercializan a través de la Etecsa y que ahora asumen los JCCE.
Aunque todavía los precios establecidos para
acceder a la asistencia no resultan asequibles para toda la población,
expresa Adriel González Domenech,
director del centro, que la alternativa desde el “punto de vista social tiene
una gran repercusión para los limonareños, pues acerca las nuevas tecnologías
de la información y las comunicaciones al pueblo y también aporta ingresos
económicos a la institución”.
Si bien la oportunidad pudiera interesar a
muchos, en su primer momento la afluencia de público a la instalación se vio
afectada por inconvenientes. “Este es un lugar atípico, hasta hace algunos días
no se expendían aquí las tarjetas para acceder a la navegación por lo que los
usuarios tenían que adquirirlas en Matanzas. Hoy se pueden encontrar en el
telepunto del territorio y esperamos que se incremente así el número de
usuarios”, manifiesta González Domenech.
Además de la novedosa propuesta el
establecimiento se especializa en la navegación nacional para aquellas personas
que no puedan acceder a las prestaciones de la Etecsa, también brinda tiempo de
máquina, espacio que permite el trabajo con aplicaciones y la Enciclopedia
Colaborativa (Ecured).
Entre los servicios más demandados por los
diferentes públicos figuran los juegos didácticos, la navegación con opciones
que van desde la interacción con otros usuarios en la red social La Tendedera
hasta la consulta o el ingreso a la plataforma Reflejos, en la cual se hospedan
los blogs cubanos.
Explica el directivo que como proyecciones
para 2015 figura la especialización por salas con un local destinado para juegos,
otro a la formación de personas naturales y jurídicas y un tercero mixto a
donde concurrirán quienes soliciten navegar o tiempo de máquina, entre otros
servicios.
Consciente del papel que desempeñan estas
instalaciones en la construcción de una sociedad informatizada manifiesta
Domenech: “nuestro país no dispone de recursos para llevar la tecnología a cada
hogar cubano, sin embargo, desde su creación por Fidel Castro, los JCCE han
intentado suplir estos vacíos, siendo considerados como la computadora de la familia
cubana. En la actualidad asumen el reto de enseñar el trabajo con las
infocomunicaciones, importantes en la era digital”.
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