martes, 19 de mayo de 2015

Fisicoculturismo: ¿Súper fuertes, sin sudar la camiseta?







Cuando se habla de Francisco Póntigo Argüelles, los apasionados por el ejercicio físico, lo califican como una enciclopedia del culturismo. Durante años se dedicó a fortalecer y moldear sus músculos, esfuerzo que mereció varios galardones en campeonatos nacionales y Grand Prix.
Recuerda con nostalgia los certámenes y exhibiciones que se realizaban y cuántas personas acudían para aplaudir a los competidores. En esa época se derrochaba “sudor y voluntad” en los gimnasios, expresa. Hoy, al analizar el aumento de los jóvenes afectados por usar técnicas que facilitan el crecimiento de la masa muscular en poco tiempo, así como la falta de entrenadores capacitados en muchos centros, siente angustia.

Fran ha experimentado en carne propia el impacto negativo de los esteroides, por eso, expone que el fisicoculturismo implica seguir con rigor numerosos requisitos si se desea preservar la salud de los atletas a la par del excelente rendimiento.
¡¿FISICOCULTURISMO?!
El fisicoculturismo o culturismo es la actividad física encaminada al máximo desarrollo muscular, concebida a base de ejercicios anaeróbicos, para hipertrofiar la masa muscular y en el que también desempeñan su rol los aeróbicos. Con él se busca un cuerpo proporcionado y simétrico. Aunque alcanza su popularidad en el siglo XX, tiene sus bases en la Grecia clásica, donde se potenciaba el entrenamiento mediante las pesas.
El término culturismo procede del francés y se considera que fue en Francia en los siglos XVIII y XIX donde nació una disciplina deportiva que tenía como finalidad la estética.
En 1948 se constituye la Federación Internacional de Fisicoculturismo, que desde finales de los 80 mantuvo conversaciones con el Comité Olímpico Internacional (COI) para que acepten la disciplina como deporte olímpico. En 1998 la Sesión del COI aprobó su reconocimiento provisional como deporte en la órbita del Movimiento Olímpico, con advertencias para erradicar el dopaje entre sus afiliados.
EXPERIENCIAS DESDE EL GIMNASIO
“Comencé a practicar ejercicios desde los 12 años y por no escuchar las orientaciones de los entrenadores he tenido problemas en los hombros y la espalda. Ahora aconsejo a los más jóvenes que al principio no deben acudir a las pesas, pues esto puede afectar su desarrollo”, comenta Humberto Manuel Díaz, quien entrena en el “gimnasio de Carlos”, en el municipio de Pedro Betancourt.
Allí, diferentes jóvenes expresaron a Girón sus criterios, entre ellos David Calderón Drake, quien afirma: “Empecé a ejercitarme porque tenía una pequeña desviación en la columna. Incursioné con aerobios y gradualmente incluí las pesas. He constatado mejorías y pienso que, si antes no existían fármacos y las personas lograban mantenerse en forma mediante un culturismo sano, ahora también se puede”. Mientras que Eliennis Pérez Jorrín (El Insu), argumenta: “La prisa nunca ha sido elegante; he visto la gravedad de las lesiones en quienes se inyectan para alcanzar resultados más rápido, por eso estoy en contra de cualquier procedimiento perjudicial para mi organismo”.
 Póntigo Argüelles agrega haber observado diversos programas contenidos en el “paquete semanal”, que incentivan a inyectarse aceite. “Esta tendencia adquiere popularidad, es inconcebible ver cómo adolescentes terminan hospitalizados. Cuando era un muchacho pensaba que los culturistas famosos que dejaban de salir en las revistas lo hacían porque se retiraban de la competencia; con los años descubrí que muchos fallecieron a causa del exceso de esteroides. De ahí la importancia de que los entrenadores no permitan la venta de esos productos en sus instalaciones”.
Estoy a favor de la preparación personalizada, que comprende las individualidades y no violenta las tres fases esenciales: principiante, intermedio y avanzado. Los que agilizan este camino al final, no pueden seguir el ritmo”.
MATANZAS… ¿ALEJADA DEL CULTURISMO?
Disímiles resultan los criterios sobre la práctica a la que con más frecuencia se acercan las nuevas generaciones, ya sea por la necesidad de transformar su cuerpo o con fines competitivos. Lo cierto es que el desconocimiento hace mellas en quienes con la ilusión de alcanzar el prototipo ideal de hombre fuerte, viril, que comercializan producciones televisivas, publicidad y otros mercados, exprimen su salud y bolsillo.
En el Mandy’s Gym encontramos a una leyenda del culturismo en Matanzas, Armando Hernández Alpízar (Mandy). A sus 52 años el Licenciado en Pedagogía en la especialidad de Educación Física, labora como trabajador no estatal y dirige esta instalación.
Según explica: “Quien acuda a un gimnasio para transformar su cuerpo, es fisicoculturista, desde que moldea la musculatura, estrecha cintura, ensancha hombros y espalda, y aparecen curvas en las piernas, todo ello en forma de X. No hay divorcio entre actividad aeróbica y anaeróbica. Con la primera quemas grasas, calorías y fortificas los músculos, mientras que la segunda los mantiene. Parte del cambio está en la cocina, los macronutrientes: carbohidratos, proteínas y grasas son indispensables”.
“Es importante además, dormir de ocho a 10 horas diarias, no fumar ni tomar bebidas alcohólicas, evitar la promiscuidad. Se debe ingerir entre seis y siete comidas al día, en porciones que te nutran”, defiende.
El director del centro de Medicina Deportiva, doctor Abelardo García Marrero, especialista en Medicina General Integral y en primer grado en Medicina del Deporte, plantea que: “Puede existir este estilo de vida sin que afecte la salud, es una de las bases de los entrenamientos de fuerza. Con un sistema dosificado y con una estrategia pedagógica, se logran buenos resultados y no afecta la condición psíquica ni orgánica de la persona”.
DE ANABÓLICOS, ACEITES Y OTROS…
“Hay culturistas, sobre todo profesionales, que para aumentar la musculatura en breve tiempo utilizan esteroides, como lo hacen otros atletas, pero si se controla no tienen por qué darse estos casos. En el culturismo natural no se adquiere esa musculatura tan desarrollada, con proporciones asimétricas que dan miedo. Un culturista amateur no es así”, explica Mandy.
Entre los efectos secundarios atribuidos al doping se encuentra la ginecomastia en el hombre, calvicie prematura, hiperplasia, aumento de presión arterial, problemas renales y hepáticos.
“Quienes adoptan una vía fácil no forman parte de mi gimnasio, pues ellos no escuchan porque han creado una adicción. Llegan y te dicen ¿qué tengo que inyectarme para ponerme fuerte? No buscan un plan de entrenamiento”, argumenta Mandy.
Una tendencia tan alarmante como la ingestión de anabólicos resulta la inyección por vía intramuscular de aceites. “Es nocivo para la anatomía, hay pacientes que terminan en salas de cirugía. Este método no hace ninguna función a nivel muscular, en cambio puede producir daño y necropsis. Además, influye que las agujas no estén estériles y el material sea de dudosa procedencia lo que complica la infección”, aclara García Marrero.
“En el fisicoculturismo sin dosificación e incluyendo sustancias consideradas dopaje, las definiciones musculares distan de fuerza y afectan la salud. Por eso resulta importante el control biomédico”, aclara el facultativo.
Si bien algunos gimnasios son dirigidos por profesionales, con programas de aprendizaje, control, y un entrenamiento apropiado atendiendo las características físicas de los atletas y su estado de salud, en otros no se observan las más elementales normas de disciplina y preparación. Conspira contra el acercamiento de la población a instalaciones estatales, su deficiente infraestructura. “Tenemos un gimnasio por municipio con escasos aparatos, a excepción de Matanzas que no posee ninguno,” especifica Rolando Espino Marrero, subdirector del área de Educación, Cultura Física y Recreación.
“Como organismo rector del deporte no podemos incidir en la actividad de la Cultura Física. Es posible que existan gimnasios que no laboren bien y como no tenemos actuación presencial no certificamos si se consumen anabólicos. El fisicoculturismo no está categóricamente prohibido porque se sigue practicando y en el mundo también, pero como institución estatal no lo apoyamos, hasta tanto no tenga una vigilancia adecuada. Tampoco pueden utilizar instalaciones del Inder para ello”, añade.
Especifica el directivo: “Una cuestión es hacer ejercicios para lucir bien y mantenerse en forma estéticamente, siguiendo una dieta balanceada. Abogamos por una cultura del deporte sano. Se siguen estrategias para capacitar a los trabajadores no estatales: Tenemos indicado convocarlos a las preparaciones metodológicas, pero no asisten todos”.
Sobre el culturismo aun se debate. Si bien muchos estiman que analizándolo bajo el aspecto de mantener un hábito basado en el ejercicio físico y una alimentación adecuada, puede ser muy saludable; la mayoría de los escenarios competitivos profesionales, suele estar muy alejados de esa realidad.
De igual forma extremar las precauciones en los gimnasios que surgen para evitar las prácticas negativas, y crear los mecanismos de supervisión y orientación deben ser prioridad. Constituyen atletas verdaderos aquellos que ganan un estilo propio a fuerza de sudar la camiseta, sin caer en tendencias narcisistas, validando el refrán popular que manifiesta: “Mente sana en cuerpo sano”. 

1 comentario:

  1. realmente hoy en dia en el mundo entero,, pero especificamente en el mundo occidental, hay, lo que se pudiera decir como un culto a la apariencia fisica...y los jovenes sobre todo se esmeran en acercarce a los estereotipos de esa "belleza"...

    ResponderEliminar