Cuando se habla de Francisco Póntigo
Argüelles, los apasionados por el ejercicio físico, lo califican como una
enciclopedia del culturismo. Durante años se dedicó a fortalecer y moldear sus
músculos, esfuerzo que mereció varios galardones en campeonatos nacionales y Grand
Prix.
Recuerda con nostalgia los
certámenes y exhibiciones que se realizaban y cuántas personas acudían para
aplaudir a los competidores. En esa época se derrochaba “sudor y voluntad” en
los gimnasios, expresa. Hoy, al analizar el aumento de los jóvenes afectados
por usar técnicas que facilitan el crecimiento de la masa muscular en poco
tiempo, así como la falta de entrenadores capacitados en muchos centros, siente
angustia.
Fran ha experimentado en carne
propia el impacto negativo de los esteroides, por eso, expone que el fisicoculturismo
implica seguir con rigor numerosos requisitos si se desea preservar la salud de
los atletas a la par del excelente rendimiento.
¡¿FISICOCULTURISMO?!
El fisicoculturismo o culturismo es la actividad física encaminada al máximo desarrollo muscular, concebida a base de ejercicios anaeróbicos, para hipertrofiar la
masa muscular y en el que también desempeñan su rol los aeróbicos. Con él se
busca un cuerpo proporcionado y simétrico. Aunque alcanza su popularidad en el siglo
XX, tiene sus bases en la
Grecia clásica, donde se potenciaba el entrenamiento mediante
las pesas.
El término culturismo procede del francés y se considera que fue en Francia en los siglos XVIII y XIX donde nació una
disciplina deportiva que tenía como finalidad la estética.
En 1948 se constituye la Federación Internacional de Fisicoculturismo, que desde finales de los 80 mantuvo conversaciones
con el Comité Olímpico Internacional (COI) para que acepten la disciplina como
deporte olímpico. En 1998 la
Sesión del COI aprobó su reconocimiento provisional como
deporte en la órbita del Movimiento Olímpico, con advertencias para erradicar
el dopaje entre sus afiliados.
EXPERIENCIAS
DESDE EL GIMNASIO
“Comencé a practicar ejercicios desde los 12
años y por no escuchar las orientaciones de los entrenadores he tenido
problemas en los hombros y la espalda. Ahora aconsejo a los más jóvenes que al
principio no deben acudir a las pesas, pues esto puede afectar su desarrollo”,
comenta Humberto Manuel Díaz, quien entrena en el “gimnasio de Carlos”, en el
municipio de Pedro Betancourt.
Allí, diferentes jóvenes expresaron a Girón sus criterios, entre ellos David
Calderón Drake, quien afirma: “Empecé a ejercitarme porque tenía una pequeña
desviación en la columna. Incursioné con aerobios y gradualmente incluí las
pesas. He constatado mejorías y pienso que, si antes no existían fármacos y las
personas lograban mantenerse en forma mediante un culturismo sano, ahora
también se puede”. Mientras que Eliennis Pérez Jorrín (El Insu), argumenta: “La
prisa nunca ha sido elegante; he visto la gravedad de las lesiones en quienes
se inyectan para alcanzar resultados más rápido, por eso estoy en contra de
cualquier procedimiento perjudicial para mi organismo”.
Póntigo Argüelles agrega haber observado
diversos programas contenidos en el “paquete semanal”, que incentivan a inyectarse
aceite. “Esta tendencia adquiere popularidad, es inconcebible ver cómo
adolescentes terminan hospitalizados. Cuando era un muchacho pensaba que los
culturistas famosos que dejaban de salir en las revistas lo hacían porque se
retiraban de la competencia; con los años descubrí que muchos fallecieron a causa
del exceso de esteroides. De ahí la importancia de que los entrenadores no
permitan la venta de esos productos en sus instalaciones”.
Estoy a favor de la preparación
personalizada, que comprende las individualidades y no violenta las tres fases
esenciales: principiante, intermedio y avanzado. Los que agilizan este camino
al final, no pueden seguir el ritmo”.
MATANZAS…
¿ALEJADA DEL CULTURISMO?
Disímiles resultan los criterios sobre la
práctica a la que con más frecuencia se acercan las nuevas generaciones, ya sea
por la necesidad de transformar su cuerpo o con fines competitivos. Lo cierto
es que el desconocimiento hace mellas en quienes con la ilusión de alcanzar el
prototipo ideal de hombre fuerte, viril, que comercializan producciones
televisivas, publicidad y otros mercados, exprimen su salud y bolsillo.
En el Mandy’s Gym encontramos a una leyenda
del culturismo en Matanzas, Armando Hernández Alpízar (Mandy). A sus 52 años el
Licenciado en Pedagogía en la especialidad de Educación Física, labora como
trabajador no estatal y dirige esta instalación.
Según explica: “Quien acuda a un gimnasio
para transformar su cuerpo, es fisicoculturista, desde que moldea la musculatura,
estrecha cintura, ensancha hombros y espalda, y aparecen curvas en las piernas,
todo ello en forma de X. No hay divorcio entre actividad aeróbica y anaeróbica.
Con la primera quemas grasas, calorías y fortificas los músculos, mientras que
la segunda los mantiene. Parte del cambio está en la cocina, los
macronutrientes: carbohidratos, proteínas y grasas son indispensables”.
“Es importante además, dormir de ocho a 10
horas diarias, no fumar ni tomar bebidas alcohólicas, evitar la promiscuidad.
Se debe ingerir entre seis y siete comidas al día, en porciones que te nutran”,
defiende.
El director del centro de Medicina Deportiva,
doctor Abelardo García Marrero, especialista en Medicina General Integral y en
primer grado en Medicina del Deporte, plantea que: “Puede existir este estilo
de vida sin que afecte la salud, es una de las bases de los entrenamientos de
fuerza. Con un sistema dosificado y con una estrategia pedagógica, se logran
buenos resultados y no afecta la condición psíquica ni orgánica de la persona”.
DE
ANABÓLICOS, ACEITES Y OTROS…
“Hay culturistas, sobre todo profesionales,
que para aumentar la musculatura en breve tiempo utilizan esteroides, como lo hacen
otros atletas, pero si se controla no tienen por qué darse estos casos. En el
culturismo natural no se adquiere esa musculatura tan desarrollada, con
proporciones asimétricas que dan miedo. Un culturista amateur no es así”,
explica Mandy.
Entre los efectos secundarios atribuidos al
doping se encuentra la ginecomastia en el hombre, calvicie prematura,
hiperplasia, aumento de presión arterial, problemas renales y hepáticos.
“Quienes adoptan una vía fácil no forman
parte de mi gimnasio, pues ellos no escuchan porque han creado una adicción. Llegan
y te dicen ¿qué tengo que inyectarme para ponerme fuerte? No buscan un plan de
entrenamiento”, argumenta Mandy.
Una tendencia tan alarmante como la ingestión
de anabólicos resulta la inyección por vía intramuscular de aceites. “Es nocivo
para la anatomía, hay pacientes que terminan en salas de cirugía. Este método
no hace ninguna función a nivel muscular, en cambio puede producir daño y
necropsis. Además, influye que las agujas no estén estériles y el material sea
de dudosa procedencia lo que complica la infección”, aclara García Marrero.
“En el fisicoculturismo sin dosificación e incluyendo
sustancias consideradas dopaje, las definiciones musculares distan de fuerza y
afectan la salud. Por eso resulta importante el control biomédico”, aclara el
facultativo.
Si bien algunos gimnasios son dirigidos por
profesionales, con programas de aprendizaje, control, y un entrenamiento
apropiado atendiendo las características físicas de los atletas y su estado de
salud, en otros no se observan las más elementales normas de disciplina y
preparación. Conspira contra el acercamiento de la población a instalaciones estatales,
su deficiente infraestructura. “Tenemos un gimnasio por municipio con escasos
aparatos, a excepción de Matanzas que no posee ninguno,” especifica Rolando
Espino Marrero, subdirector del área de Educación, Cultura Física y Recreación.
“Como organismo rector del deporte no podemos
incidir en la actividad de la Cultura
Física. Es posible que existan gimnasios que no laboren bien y
como no tenemos actuación presencial no certificamos si se consumen anabólicos.
El fisicoculturismo no está categóricamente prohibido porque se sigue
practicando y en el mundo también, pero como institución estatal no lo apoyamos,
hasta tanto no tenga una vigilancia adecuada. Tampoco pueden utilizar
instalaciones del Inder para ello”, añade.
Especifica el directivo: “Una cuestión es
hacer ejercicios para lucir bien y mantenerse en forma estéticamente, siguiendo
una dieta balanceada. Abogamos por una cultura del deporte sano. Se siguen
estrategias para capacitar a los trabajadores no estatales: Tenemos indicado
convocarlos a las preparaciones metodológicas, pero no asisten todos”.
Sobre el culturismo aun se debate. Si bien
muchos estiman que analizándolo bajo el aspecto de
mantener un hábito basado en el ejercicio físico y una alimentación adecuada,
puede ser muy saludable; la mayoría de los escenarios competitivos profesionales,
suele estar muy alejados de esa realidad.
De igual forma extremar las
precauciones en los gimnasios que surgen para evitar las prácticas negativas, y
crear los mecanismos de supervisión y orientación deben ser prioridad. Constituyen
atletas verdaderos aquellos que ganan un estilo propio a fuerza de sudar la
camiseta, sin caer en tendencias narcisistas, validando el refrán popular que
manifiesta: “Mente sana en cuerpo sano”.
realmente hoy en dia en el mundo entero,, pero especificamente en el mundo occidental, hay, lo que se pudiera decir como un culto a la apariencia fisica...y los jovenes sobre todo se esmeran en acercarce a los estereotipos de esa "belleza"...
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