Una urbe apresurada, que atrae y cautiva a
quienes por asomo llegamos a la Ciudad Bandera, así es Cárdenas. Allí
tradiciones e identidad, convergen junto a la modernidad que impulsa el siglo
XXI. Por eso, desandar sus aglomeradas y desorganizadas calles, repletas desde
los coloniales coches, hasta los más flamantes autos y las arraigadas
bicicletas, suele deslumbrar a los visitantes curiosos e incluso a los más
exigentes.
En la Capital de las Primicias parece que el
tiempo juega a avanzar o detenerse, según con la lupa que se hurgue en cada uno
de sus rincones, muy variopintos, cuyos matices se empeñan en enseñar o solapar
sus habitantes. En Cárdenas se respira desde los aires del desarrollo turístico
que envuelve la zona, hasta la fetidez de algunos de sus barrios periféricos.
Al nativo le duele el emblemático edificio La
Dominica, los altos precios que no detienen su marcha, los salideros en las
esquinas, la proliferación de vertederos, la educación de sus hijos…
A GRANDES SALTOS
Contribuir a la formación integral del alumno
a través del aprovechamiento del tiempo libre, constituye una de las premisas
de la Escuela Secundaria Básica Urbana Esteban Hernández.
Su directora Surina González Viel, explica
que en el empeño se ha involucrado al personal docente y la comunidad. Con las
puertas abiertas, los círculos de interés y otras alternativas que vinculan a
entidades y a la familia, el centro ha logrado que todos sus pupilos opten por
la continuidad de estudios. Entre las potencialidades que aseguran esos
resultados se encuentran disponer de un profesorado completo, laboratorios
especializados y la base material de estudio en buen estado.
Sin embargo, en otras escuelas la situación
no es la misma, pues presentan dificultades con la cobertura docente en las enseñanzas
secundaria y técnico-profesional, lo cual ha obligado a asumir varias
alternativas de empleo. Asimismo, resulta insuficiente la labor destinada a la
orientación vocacional dirigida a la captación de jóvenes para carreras
pedagógicas.
Uno de los centros de mayor impacto social
aquí es el Hospital General Julio Aristegui Villamil, por la diversidad de
servicios que brinda a los residentes de Martí, Cárdenas y Varadero, además de
la población “flotante”, que llega en busca de mejores ofertas de empleo.
“Las mayores afectaciones están presentes en
cirugía y medicina interna debido a la escasez de profesionales. Hoy nuestras
instalaciones son insuficientes para la atención a tantas personas, si tenemos
en cuenta la situación epidemiológica compleja de la ciudad. En la búsqueda de
soluciones habilitamos 46 camas en la Filial de Enfermería para asistir a los
casos febriles”, añade María Elena Hernández Cantillo, jefa del Departamento
Farmacia.
En el Hospital se revitalizan algunas de sus
áreas. Cambio de carpintería, colocación de mármol en los pasillos y
remodelación, son algunas de las labores acometidas en pos de brindar confort a
los pacientes, quienes deben poner empeño en proteger ese patrimonio, sin
incurrir en las indisciplinas que pudimos presenciar.
A ello se suma el déficit de personal médico
y paramédico en el resto del territorio, la falla en el aseguramiento de los
recursos necesarios para esta actividad, faltas y bajas coberturas de
medicamentos, y el deficiente estado constructivo de las instituciones de Salud.
ECONOMÍA Y SERVICIOS…
Uno de los puntos
claves en la economía cardenense es el desarrollo del turismo, renglón que se
concentra en Varadero, principal destino de sol y playa de la Isla. Si bien los
resultados al cierre de la última temporada alta y primer semestre de 2015 han
sido superiores debido al crecimiento en turistas físicos y en el mercado
extranjero, todavía coexisten deficiencias que conspiran contra la calidad del
alojamiento.
Aún se evidencian problemas
de abastecimiento y los precios en que comercializan algunos hoteles sus
productos no se corresponden con la categoría de la instalación. Además, se
detectan delitos e ilegalidades como la introducción y extracción de mercancías
y hurtos. También es preciso resolver la compleja situación de la transportación
de los trabajadores del ramo.
Producciones de
caramelos duros para la comercialización en moneda nacional y divisa, los rones
Mulata y Santero, así como siropes, licores y otros artículos derivados de la
industria azucarera son elaborados en el Combinado Alimenticio José Antonio Echeverría.
Allí sus trabajadores hacen de la eficiencia una bandera en pos de garantizar
la calidad.
En la actualidad
se perfecciona parte del equipamiento tecnológico en aras de hacer exportables
las líneas de caramelos duros, además laboran en defender la comercialización
del elíxir de café muy demandado y reconocido en el mercado internacional.
Trabajar por
asegurar la satisfacción siempre es un reto para la gastronomía estatal. Por
ello mantener sus centros nocturnos, restaurantes y cafeterías en
funcionamiento y surtidas, constituye parte de la estrategia. “Hasta la fecha
solo se han presentado problemas con el abastecimiento de cervezas, pollo y
cigarros, productos en falta a nivel nacional”, argumenta Rogelio León Pérez,
director UEB Gastronomía.
La entidad
gestiona la prestación de servicios a los Sistema de Atención a la Familia,
tarea que encierra un alto encargo social.
La proliferación
de vertederos como el aledaño al Reparto Brisas del Mar y el vertimiento de
aguas albañales y salideros, constituyen algunas de las problemáticas latentes
en la ciudad, cuestiones que merecen un seguimiento para disminuir la
propagación de enfermedades provocadas por vectores. Loable resulta la
ejecución del nuevo acueducto que beneficia a más de 7 mil viviendas.
En cuanto al sector no estatal las mayores
insatisfacciones radican en la inconformidad con las regulaciones establecidas
para la Península de Hicacos y el corredor turístico; la profesionalidad de los
inspectores; la falta de un mercado mayorista para la compra de materias primas
e insumos, además de desacuerdos con la demora en la
entrega de plazas para artesanos en Varadero.
Hoy revertir las potencialidades económicas y
naturales que exhibe el territorio en desarrollo social constituye una
oportunidad a explotar en la Ciudad de las Primicias. 
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