Si crees que lavar los platos constituye una faena
bien agotadora, podrías cambiar de parecer, pues un nuevo estudio de la Escuela de Psicología de la Universidad Estatal
de Florida en Estados Unidos, concluye que resulta una de las tácticas para reducir el estrés acumulado y
relajar.
En el estudio se tomó como muestra a 51 estudiantes
universitarios a los que se
pidió que lavaran los platos a lo largo de un día. Los participantes se
dividieron en dos grupos: al primero se le pidió que leyera un
pasaje descriptivo sobre cómo fregar los platos antes de hacerlo; mientras que
el otro leyó un texto descriptivo centrado en la importancia de concentrase en
esta labor.
Al evaluar su estado de atención ,
el grupo concentrado en lavar
los platos y lo que rodeaba a esa tarea experimentó un estado mental más
positivo que el de control: una reducción del 27% del
nerviosismo y un aumento del 25% de la inspiración.
“Estaba particularmente interesado en cómo las
actividades cotidianas de la vida podrían utilizarse para promover un estado
consciente y, por tanto, aumentar
la sensación general de bienestar”, explica Adam Hanley,
coautor de análisis, a Muy interesante.
La investigación expone que esta actividad no es más
que una actitud consciente en la que se centra la atención en la calidez del
agua, el tacto de los platos o vasos y el olor del jabón que utilizamos, lo
cual puede desencadenar un estado de ánimo positivo.
Los científicos están convencidos de que la atención plena a ese quehacer obliga a
omitir pensamientos negativos o de distracción para permitir
traer al plano actual los sentimientos del presente. Esto hace que disminuya el
nivel de ansiedad y estrés -reduce el riesgo de depresión- y además, contribuye
a mejorar la calidad del sueño.
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