Con el descorche de las botellas, el brindis
y la felicitación oportuna a familiares, amigos y vecinos, despedimos los
yumurinos el 2013, presos de la mágica embriaguez y la contagiosa alegría que
nos regalan los días finales de diciembre y el inicio del mes de enero.
Atrás quedaron los momentos vividos, aquellos
en los que lloramos, reímos, saltamos o nos conmovimos. Retazos de tiempo
robados a la existencia, que no por efímeros, resultaron intrascendentes. Fue
el año anterior época de cambios, transformaciones y reajustes desde el punto
de vista personal para algunos y también a escala nacional.
Y es que el término del viejo año invita a la
reflexión, al recuento de lo acontecido en los anteriores 365 días y a asumir nuevas expectativas para el comienzo de otra
jornada. Casi siempre en una balanza pesamos lo que nos quedó pendiente, los
retos que pudimos haber emprendido o lo que sencillamente cumplimos a
cabalidad. Enero también estimula a replantearnos metas y proyectar anhelos.
Aumentar la economía, superarse
profesionalmente, seguir una dieta rigurosa o encontrar una persona que nos
haga feliz, constituyen proyectos para concretar desde el plano individual.
Similarmente y a nivel nacional también se diseñan planes para enfrentar el
futuro, los cuales velan por el bienestar y la seguridad social del pueblo,
principal protagonista de su observancia.
Emprender acciones eficaces en la
actualización del modelo económico en aras de construir un socialismo próspero
y sostenible, menos igualitario y más justo, con mayores beneficios para todos
los cubanos, constituye una prioridad para el 2014, así lo reafirmó el presidente
de los Consejos de Estado y de Ministros, Raúl Castro en su intervención en la
clausura del Segundo Período Ordinario de Sesiones de la VIII Legislatura
de la Asamblea
Nacional del Poder Popular.
Con orden, disciplina y exigencia ante la
ilegalidad y las prácticas erróneas, el país labora en el incremento de la
eficiencia y la productividad, con la puesta en marcha de medidas que estimulen
las ramas generadoras de ingresos por exportación o que sustituyan importaciones; avanza
además en la unificación monetaria y cambiaria; y en la flexibilización organizada del objeto social
de la empresa estatal socialista
dotándola de mayor autonomía.
Son desafíos que emprendemos los cubanos, en
el aniversario 55 del triunfo de la Revolución, dando pasos firmes en la construcción
de un modelo ajustado a los tiempos actuales, pero sin perder su esencia
socialista. Un proyecto que se pronuncia por la eficiencia económica, la lucha
contra la burocracia y la corrupción, y por mantener las conquistas sociales,
alcanzadas en más de medio siglo.
Expectativas para este año, nos sobran, labrar el
camino con responsabilidad y compromiso, en pos de que fructifiquen, corresponde
a los matanceros. Ya el 2014 comenzó su tránsito en el Yumurí, a las puertas
una época de cambios, aspiraciones y nuevas metas.
Eso es lo que nos piden los dirigentes esos que dicen una cosa y hacen otras la revolucion ya es una historia muy bonita que se esfumo como a pasado con todas las revoluciones
ResponderEliminarNo se puede ser negativo en la vida, la Revolución Cubana con sus errores y desaciertos, continúa su paso, rectificando, asumiendo nuevas posturas ajustadas a los tiempos actuales y encaminadas a fortalecer el bienestar del pueblo. Hoy se toman medidas para promover la economía, continuar con el incremento de nuevas formas de gestión no estatal y elevar la eficiencia y la productividad, todo ello repercute en el desarrollo social.
ResponderEliminarLa educación y la salud gratuita, el desarrollo cultural, un sistema justo y democrático de gobierno son logros que todavía se mantienen vigentes.