Ellos están ahí, aunque a veces pasen
inadvertidos o a simple vista no se observe su labor. Con batas blancas o sin
atuendos distintivos, desde un laboratorio o frente a un aula, repartiendo la
savia del saber, florecen los hombres y mujeres de ciencia, en cuyas manos,
como una vez advirtiera el líder de la Revolución Fidel
Castro, está el futuro de nuestro país.
Son los mismos que salvan vidas, elevan la productividad
y crean en los servicios. Esos cuya paciencia parece no tener límites, ante
años de investigación y experimento, de esfuerzo y perenne vigilia.
Derrochando talento, su actividad inventiva
se esconde tras la vorágine cotidiana. Camuflados entre libros, detrás de un
microscopio o midiendo las variables climatológicas, esgrimen sus armas
poniéndolas en función del mejoramiento humano. No en balde durante más de
medio siglo la Isla
ha cosechado logros significativos en la ciencia y en la innovación tecnológica,
garantizando su avance económico y social.
En función de la paz y el desarrollo,
nuestros científicos impulsan la elaboración de vacunas, medicamentos contra el
cáncer, fertilizantes e investigaciones en pos de incrementr la producción de
alimentos. Inmersos en las industrias, la docencia, la salud, el deporte o la
cultura, dan rienda suelta a su creatividad, encauzando noblemente su
inteligencia.
Cada 15 de enero se celebra el Día de la Ciencia Cubana,
fecha instituida en conmemoración al discurso de Fidel, pronunciado durante la
celebración del vigésimo aniversario de la Sociedad Espeleológica
de Cuba, donde esbozó las bases de la política de formación humana y desarrollo
profesional y científico de la
Revolución, al plantear: “El futuro de nuestra Patria tiene
que ser, necesariamente, un futuro de hombres de ciencia, un futuro de hombres de pensamiento”.
Luego de una intensa jornada en conmemoración
al Día, programada por la Delegación
Territorial del CITMA en Matanzas, que incluyó presentación
de libros, muestras expositivas, conferencias y talleres, los matanceros
celebrarán el acto provincial este 17, en la Estación Experimentalde Pastos y Forrajes Indio Hatuey, de Perico, institución avalada por sus
resultados investigativos.
Sirva este momento para reconocer la faena de
quienes con su arrojo diario labran el camino para la edificación de una
sociedad mejor, más próspera y sustentable.
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