Todo allí es ajetreo constante. De
un lugar a otro, cual pequeñas hormigas laboriosas, dentro de la gran
industria, hombres con trajes azules y cascos se afanan en trasladar equipos de
un lugar a otro, soldar piezas y reparar algunas, que aún mantienen su vida
útil.
Son aires nuevos para la Central Termoeléctrica
(CTE) Antonio Guiteras de Matanzas, los
que trae consigo el mantenimiento capital a esta planta, cuya renovación
tecnológica permitirá elevar la confiabilidad y restaurar los índices de
eficiencia.
Las obras desarrolladas gracias al
esfuerzo mancomunado de trabajadores de varias empresas eléctricas del país,
forman parte de una inversión iniciada en junio de 2010 y que se prevé concluya
entre finales de noviembre y principios de diciembre de 2013, si no existe ningún
contratiempo. Debido a su complejidad la reparación se realiza
con la salida de la industria del
Sistema Eléctrico Nacional (SEN) en intervalos de varios meses durante tres
años.
Esta última fase emprendida en
septiembre da continuidad al proceso inversionista destinado al mantenimiento
gradual de la CTE,
“hasta la fecha, la reconstrucción marcha en orden, desde sus inicios se
elaboró un cronograma de trabajo riguroso, que se chequea a diario, se
establecieron turnos de trabajo durante 24 horas y se labora a tiempo completo,
por lo que hasta ahora no existen atrasos en las reparaciones”, informó el
ingeniero Roberto Bello Rodríguez, director general de la instalación.
EN
EL CORAZÓN DE LA INDUSTRIA
Entre las remodelaciones de mayor
impacto desarrolladas en este periodo se encuentra la automatización del
sistema de control central de la planta, con la instalación de un procedimiento
de moderna generación y controladores autómatas, que sustituyen a equipos y
tecnología con más de dos década de explotación.
Con la puesta en práctica de la
novedosa técnica, se buscará alcanzar un consumo de combustible de 236 gramos por
kilowatts-hora, mediante la quema de crudo nacional.
Según explica David García
Rodríguez, especialista A en automatización y control, con más de 11 años de
trabajo en la CTE,
“el cambio influye directamente en el ahorro energético del país porque estamos
insertados dentro de una red nacional. Los dispositivos anteriores ya estaban
obsoletos, en muchas ocasiones cuando había que reiniciar la planta por algún
fallo estos gastaban mucho más combustible que el que consumirán los nuevos, en
una situación similar”.
En la primera fase se cumplimenta
el montaje de cableados y otras tareas de ensamblaje, y a mediados de octubre
comenzarán las pruebas del sistema. También se acomete la limpieza y reparación
de la caldera, arreglos en la turbina, el generador, los motores y se evalúan
los parámetros técnicos de la caldera del horno, elementos esenciales durante
el proceso de generación eléctrica.
Además, se encuentran a la
disposición insumos necesarios para, al término del grueso de la obra y una vez
puesta en marcha la central, desarrollar labores complementarias como la
pintura y lubricación, aseguró Bello Rodríguez.
Lo que para muchos podría resultar
motivo de preocupación, hoy es garantía, la modernización de la industria se
realizará sin afectaciones a la población matancera, pues su paralización fue
concebida con anterioridad, de ahí que el (SEN) asegure la distribución de
energía al territorio, acciones solo posibles gracias a la acertada
planificación. Los grupos electrógenos y la Unidad Empresarial
de Base José Martí, pertenecientes a este complejo, no están sujetos a la
paralización.
MANOS
DE ACERO
Hoy para más de 600 trabajadores
de la Guiteras
que, junto a obreros de la brigada permanente de la Empresa de Servicios
Técnicos Especializados de Cienfuegos (ESTEC) y de la Empresa Constructora
de la Industria
Eléctrica (ECIE), se encuentran inmersos en la remodelación,
este empeño constituye su aporte directo al desarrollo energético del
país.
“El tratamiento que hemos recibido
desde que laboramos aquí ha sido bastante bueno. Yo trabajo como mecánico, en
un turno de 12 horas, ahora que estamos en mantenimiento y de ocho en tiempo
real. Mi misión consiste en reparar las averías que ocurren en los equipos
auxiliares, como son las bombas de alimentar y de circulación, y así contribuir
desde aquí a fortalecer el ahorro”, afirma Yasmany Cejas Landa, obrero de la
empresa.
Durante el proceso de
mantenimiento en la CTE
se extreman las medidas de seguridad y protección a los trabajadores, “se
establecieron turnos de trabajos de ocho y 12 horas, según la complejidad de la
labor, con un sistema salarial acorde a la actividad que se realiza y se observan
las normas de seguridad y protección vigentes en el centro, además se garantiza
la presencia de personal calificado en la posta médica, ante un posible
accidente”, argumenta Ariel Monzón Velasco, psicólogo de la institución.
Este colectivo, que obtuvo en
el 2013 la condición de Vanguardia
Nacional por segundo año consecutivo, afronta la tarea de asegurar el 13 por
ciento de la energía eléctrica de la nación. Fundada el 18 de marzo de 1988, la CTE, figura entre las
termoeléctricas más eficientes de la isla.
Foto: Abel lópez Montes de Oca
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