lunes, 28 de octubre de 2013

Hombres de mar



Gerardo adora el mar, su mirada se ilumina cuando habla de las profundidades, un universo bello, pero desconocido para muchos. Es de esos jóvenes sencillos, que aman la vida y sueñan despiertos, de los que no temen y construyen desde la cotidianidad el futuro de un país.
Con apenas 24 años, el Segundo Sub Oficial Gerardo Pérez Rodríguez, es jefe de lanzamiento de torpedos en una Unidad de Combate de la Marina de Guerra Revolucionaria (MGR) del Ejército Central. “Yo salí de la escuela de Instructores de Arte y comencé la previa en el Servicio Militar Activo (SMA), allí realizaron una captación para integrar las filas de la Marina, aprobé el chequeo y las pruebas y me integré al curso”, así recuerda su ingreso a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).
Desde su incorporación a la vida militar, hace seis años, Gerardo se formó como buzo, una de las especialidades más difíciles dentro de la Marina, por la forma física exigida a los practicantes. La emoción del día en que realizó su inmersión inicial aún lo acompaña, suceso solo superado por su primer encuentro con un tiburón.
“Éramos varios compañeros y buceábamos a gran profundidad, de pronto salió de unas piedras un animal de unos dos metros, por suerte íbamos con un instructor que nos indicó quedarnos quietos y el pez siguió su camino. Fue una experiencia impresionante”, agrega contento de haber salido ileso del incidente.
En la actualidad, con un dominio de la técnica del buceo, el joven marinero instruye a quienes desean ser como él.
MARINERO QUIERO SER
“Yo nací frente al mar y siempre me han gustado las profundidades, cada día trae una motivación nueva que me ayuda a desempeñar mejor mi función”, explica Jorge Alberto Caballero Alonso, quien hoy se alista en el SMA como primer torpedista, bajo la mirada exigente del Segundo Sub Oficial.
En esta unidad, única de su tipo en el territorio, se imparten un grupo de disciplinas teóricas y prácticas para crear hábitos y habilidades que garanticen el empleo correcto de la técnica y el armamento. Además, se prioriza la formación de buzos, nadadores de combate, especialistas en radares y en armamento naval.
Con un carácter defensivo, la MGR en tiempo de paz prepara a sus soldados para proteger durante la guerra el litoral cubano. “Aquí se entrenan en la navegación, en la lucha contra los barcos enemigos, y en la protección de la costa desde que los radares detectan las fuerzas hasta el despliegue y empleo de armamento de combate para batir la invasión. Es nuestro objetivo lograr que los marineros durante el SMA adquieran los conocimientos para enfrentar la ofensiva”, expone el capitán de fragata Héctor Oxamendi Terry, segundo jefe de la Unidad.
Como parte del aprendizaje se enseñan técnicas de infantería, a sobrevivir en el mar, con lecciones de caza y pesca y a navegar en condiciones adversas. La práctica se combina con las clases jurídicas y la preparación política ideológica que profundiza en la historia de Cuba y se complementa con visitas a museos de la provincia y a sitios de interés patriótico militar.
Los soldados laboran además en la repoblación forestal a través de la siembra y cuidado de árboles maderables y frutales que facilitan el enmascaramiento y garantizan el suministro de alimentos a la unidad.
Para Pérez Rodríguez, la MGR constituye una verdadera cátedra de vida, “es una escuela donde aprendes una profesión poco común que te prepara para el futuro, no solo militar, sino también civil y te forja como hombre”.
El proceso de selección durante el SMA constituye una de las vías de ingreso a estas unidades, igualmente puede accederse optando por una carrera de perfil militar, una vez terminado el preuniversitario, o acogerse a la Orden 18 de las FAR. 
UNA MARINA DE PATRIA O MUERTE
A 50 años de la creación de la MGR por Fidel Castro el 3 de agosto de 1963, en La Cabaña, (fecha que posteriormente se deroga y se instituye el 5 de septiembre en conmemoración al alzamiento de Cienfuegos, como día oficial de esta institución) sus combatientes enfrentan el reto de mantener la combatividad y prepararse para la guerra.
“Me siento orgulloso de pertenecer a la MGR, porque esta ha sido una academia que me ha fraguado como soldado. Hoy nuestro compromiso con la Revolución es ser mejores combatientes y superarnos, amar nuestra profesión y perfeccionar la técnica que es lo que nos fortalece”, asevera el segundo sub oficial Freddy Leandro González Pérez, jefe del complejo radiotécnico móvil.
Hoy, esta unidad creada en el 2004 por el actual general de división Raúl Rodríguez Lobaina, deposita su confianza en las jóvenes generaciones formadas bajo los principios de disciplina y disposición combativa, los mismos hombres de mar que desde ya, conquistan y defienden el futuro de la Patria.   

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